El chairman de KPMG en Reino Unido, Bill Michael, ha protagonizado una crisis de reputación emblemática que ejemplifica bien la importancia de la autoconsciencia del rol que tienen estos líderes y los riesgos a su reputación, y por ende, de sus empresas. En una reunión por Zoom con los empleados – y por lo tanto posiblemente grabada – Michael cargó contra un programa de su propia empresa
Este caso fue presentado a los alumnos del MPC – Máster en Dirección de Comunicación y Publicidad de ESIC en la clase que impartí sábado pasado. La noticia fue portada de The Guardian el jueves y en clase les comenté a los alumnos que dudaba mucho que Bill Michael siguiera en como chairman. Uno de nuestros alumnos me comentó que, efectivamente, él había dimitido.
Este caso no es una metedura de pata no intencional, fue una transgresión. Al criticar abiertamente y de manera tan maleducada una política de su propia empresa Michael solo podría ser punido por acción tan impensada para el ejecutivo número 1 de KPMG en Reino Unido.
Líderes son figuras con un grado de exposición muy alto, y eso es inherente al puesto. Justamente por eso deben darse cuenta de su comportamiento, sus palabras y decisiones (dentro y fuera de la empresa), pues todo será observado con lupa. Es como Ícaro, cuanto más alto se vuela, más cerca del sol uno está – y todo, en estas altas temperaturas, es más arriesgado.